viernes, febrero 06, 2009

Pedro el Grande

El paso de Pedro Lemebel por el FIlba 08 fue pura emoción y risas y otra vez emoción por ese chileno tan visiblemente contento de estar ahí, tomándose sus whiskys y regalando anécdotas y poesías a un auditorio embelesado. La cámara me jugó una buena/mala pasada y se quedó sin pilas justo ahí, cuando estaba decidido a grabar cada palabra, y entonces no tuve más remedio que concentrar la mirada en el disfrute efímero de esa tarde. Por un misterioso capricho del mercado los libros de Lemebel no se venden en Argentina y terminan siendo un secreto a voces que se trafica de mano en mano o el regalo alucinado de alguno que cruzó la Cordillera. Habría que armar un grupo en Facebook para que lo editen acá o lanzar una célula terrorista. Vayan los dos videos que grabé antes de quedarme sin batería y que lamentablemente no dan cabalmente cuenta de esa magia.




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