martes, febrero 24, 2009

Ser y tener


Juana Libedinsky es una de mis personas más envidiadas durante los domingos de hamaca y diarios. La periodista de La Nación escribe en aparente movimiento constante entre Londres, Nueva York y París y tiene curiosidad y capacidad para descubrir temas de interés más allá de la crónica diaria. Habitualmente publica entrevistas a acádemicos que están sacudiendo sus respectivas disciplinas aportando aire fresco a la torre de marfil.

El domingo fue el turno de Daniel Miller
, antropólogo inglés con una interesante visión sobre el consumismo:

"Tenemos el mito de que nos hemos vuelto unos materialistas desaforados -dice Miller- mientras que las sociedades tradicionales o las tribales no estaban tan atadas a los objetos como nosotros. Ahora, lo curioso es que cuando los antropólogos trabajamos con tribus en Nueva Guinea, por ejemplo, no tenemos problema en ver la importancia que esta gente le daba y le da a los objetos materiales, simplemente asumimos que los objetos materiales son simbólicos y que representan valores morales o religiosos para ellos. Pero al verlos en las sociedades occidentales todos tendemos a caer en el lugar común de condenarlo, cuando la única diferencia entre nosotros y esas tribus es que hoy, en las grandes ciudades, tenemos una mayor cantidad de objetos".

La hipótesis de Miller es que los objetos nos construyen una identidad. "La cultura material es importante porque los objetos crean sujetos más que a la inversa", sostiene, e incluso va más allá al asegurar que "cuanto más cercana es nuestra relación con objetos, más cercana es nuestra relación con otras personas".


5 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy interesante. Me pregunto cuántas de las sociedades que estudia este señor producen primero los objetos y después les crean una necesidad.

Claro que esto no deja de hablar de nosotros como sociedad.

Lo que digo es: por supuesto que no adscribo a una dicotomía "buen salvaje" vs "salvaje capitalista". Digo mas bien que nuestra aparente sobreproducción material es una característica de nuestra sociedad, algo que la describe. Y es más: este discurso aparentemente dominante, casi de sentido común, acerca de la "sobreproducción", es también una característica social, en tanto autodescripción de la sociedad.

Muy interesante el post.

H dijo...

Me ganaste de mano, iba a publicar sobre el mismo artículo! Particularmente cuando dice que teorías pesimistas sobre el consumismo como las de Zygmunt Bauman no preveían, de hecho negaban, la posibilidad de las
marchas en EEUU contra la guerra en Irak.
El mundo occidental siempre es mucho mejor de lo que los posmodernos están dispuestos a aceptar.
Recomiendo The Uncouth Nation y La Idea de Decadencia en la Historia Occidental.
Saludos desde Córdoba.
Hugo

H dijo...

.

Enrique Avogadro dijo...

En mi optimismo un poco tonto me gustó leer que las personas están en condiciones de establecer una relación con sus objetos desde el punto de vista identitario, es decir, no necesariamente a partir de la alienación. La gente sigue escribiendo y relatando su historia con lo que tiene a mano y entonces no todo está perdido!

H dijo...

Historia real: El otro día se rompió mi vaso preferido, el del Hard Rock café de Los Angeles. Me puse a llorar. ¿Por un objeto?
No. Era un recuerdo de un viaje que hice con mi viejo -fallecido en el 2001- allá por el '94. Que me vengan a hablar de alienación.